miércoles, 31 de mayo de 2023

13. “SER SEMEJANTES A JESÚS, NO SEMEJANTES AL MUNDO”

No tendrás en tu bolsa dos pesas diferentes, una más pesada que la otra. Tampoco tendrás en tu casa dos medidas diferentes, una más grande que la otra. (Deuteronomio 25:13,14 VI).

Los que profesan amar y temer a Dios deberían abrigar simpatía y amor los unos para con los otros, y deberían cuidar los intereses de los demás como si fueran suyos.

Los cristianos no deben regular su conducta según las normas establecidas del mundo.

 En todas las épocas los hijos de Dios son tan distintos de los mundanos como su profesión es más elevada que la de los impíos.

Desde el comienzo hasta el fin del tiempo, el pueblo de Dios es un cuerpo.

El amor al dinero es la raíz de todos los males.

En esta generación el deseo por conseguir ganancias es una pasión absorbente. Si no se puede conseguir riqueza por medio de un trabajo honesto, los seres humanos tratan de obtenerla por medio del fraude.

Se despoja a las viudas y a los huérfanos de su salario ínfimo, y se hace sufrir a los pobres con respecto a las necesidades primordiales de la vida.

Y todo esto para que los ricos puedan sufragar su extravagancia, o satisfacer su deseo de acumular más riquezas.

El temible registro de los delitos cometidos diariamente por motivo de la obtención de ganancias, es suficiente para congelar la sangre y llenar el alma con horror. El hecho de que aun entre quienes profesan piedad existen los mismos pecados en mayor o menor grado, exige una humillación profunda del alma y una acción seria por parte de los seguidores de Cristo.

El amor a la ostentación y el amor al dinero han hecho de este mundo una cueva de ladrones y asaltantes. Pero los cristianos no son supuestamente moradores de la tierra; están en un país extraño, deteniéndose, por decirlo así, sólo por una noche. No deben ser impulsados por los mismos motivos y deseos que son impulsados los que tienen su hogar y su tesoro aquí.

Dios desea que nuestra vida represente la vida de nuestro gran Modelo; que al igual que Jesús, vivamos para hacer el bien a los demás...

Todo perjuicio ocasionado a los hijos de Dios se hace contra Cristo mismo en la persona de sus santos.

Toda tentativa de aprovecharse de la ignorancia, debilidad o desgracia de los demás, queda registrado como fraude en el libro mayor del cielo.

The Southern Watchman, 10 de mayo de 1904. Ver La Historia de Profetas y Reyes, 481, 482. [160]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=HXYrvy9WDEo&list=PLVsLdOIe7sVs6M9Rbo5qmC5KxlSCNC_2b&index=1&t=5s&pp=gAQBiAQBsAQB

  

jueves, 25 de mayo de 2023

12. DISFRUTAR LOS VERDADEROS PLACERES DE LA VIDA.

 

Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. (Salmo 126:3).

El sabio dice que los caminos de la sabiduría "son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz" (Proverbios 3:17). 

Muchos abrigan la impresión de que la devoción a Dios va en detrimento de la salud y de la jovial felicidad en las relaciones sociales de la vida.

Pero los que caminan en la senda de la sabiduría y la santidad hallan que "la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera" (1 Timoteo 4:8).

Están animados para disfrutar los verdaderos placeres de la vida, sin que los perturben vanos remordimientos por horas malgastadas, ni la lobreguez o el terror mental, como ocurre a menudo con el mundano cuando no está distraído con alguna diversión excitante.

Es cierto que hay muchos profesos cristianos que tienen una imaginación enfermiza y no representan correctamente la religión de la Biblia.

Los tales caminan bajo una nube. Parecería que piensan que es una virtud quejarse de la depresión de espíritu, de grandes pruebas y de severos conflictos.

Este proceder no está de acuerdo con las palabras del Salvador.

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mateo 5:16).

Es el deber de todos caminar en la luz y cultivar como hábito la luz en vez de tristeza y oscuridad.

La piedad no está en pugna con las leyes de la salud, sino que está en armonía con ellas.

Si los hombres siempre hubieran sido obedientes a la Ley de los Diez Mandamiento, si hubiense llevado a cabo en sus vidas los principios de estos diez preceptos, no existiría la maldición de enfermedad que ahora inunda el mundo.

Los hombres pueden enseñar que los entretenimientos frívolos son necesarios para preservar la mente del abatimiento.

 La mente puede, por cierto, distraerse de esa manera por el momento; pero después que termina la excitación, viene la reflexión tranquila.

La conciencia se despierta y hace oír su voz, diciendo: "Este no es el camino para obtener salud o verdadera felicidad".

Hay muchas diversiones que excitan la mente, pero es seguro que son seguidas de depresión.

Otras formas de recreación son inocentes y saludables; pero el trabajo útil que proporciona ejercicio físico con frecuencia tendrá una influencia más beneficiosa sobre la mente, y al mismo tiempo fortalecerá los músculos, mejorará la circulación y resultará un agente poderoso en la recuperación de la salud.

"¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?... Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias" (Salmo 34:12,17). -Signs of the Times, 23 de octubre de 1884. RJ152/EGW/MHP 153

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=qYR67nuuF5A&list=PLtrFh-HO7ogCN7TYCzWFldOpHDCN8XOF7&index=26&pp=sAQB